jueves, 4 de febrero de 2010

Yo por dudar, dudo hasta de mis dudas.

Eres el orden de mi caos más absoluto.


"Sentarme ahí cada martes y jueves era mi manera de existir, de disfrutar la belleza de la vida. Tres flores para mí: la primera para tener paciencia, la segunda para guardar prudencia y la última para mantener esperanza.¿De qué sirve soñar con alguien? ¿Acaso me sumerjo en la fantasía para evitar la realidad? Pero después de todo, ¿quién puede definir qué es fantasía y qué es realidad? De la nada, él se volvió mi realidad. Una espera que no significaba sacrificio alguno. Un reloj que se mueve en su propio tiempo, distinto al de todos los demás, mi propio tiempo, que funciona según el suyo. Una lámpara que se enciende con la llama de una ilusión.Aquí estoy, en el mismo lugar de siempre, en mi espacio. Mi espacio podría ser tuyo si quisieras... Se cruzaron nuestras miradas durante siete segundos y seguiste tu camino. Esperar hasta tu próxima clase.Mientras te espero recorro los mismos caminos, hablo con la misma gente, recibo las mismas clases. Las conversaciones se convierten en insignificantes, el sinsabor a repetir una y otra vez algo que no me importa. La “capacidad” de estar presente en algún lugar y tener la mente en otro… junto a alguien.Un sabor a recuerdo en mis labios. Aroma de una caricia soñada. Un canto de amor. Una estrella que se cae porque nadie la sostiene. Un corazón que deja de latir mientras te espera.Tus ojos en los míos, una mirada diferente, de duda, de miedo, de algo nuevo para ti. Era jueves. Te fuiste rápido. ¿Temor, desconcierto o repulsión? No lo pude leer. Tres flores para mí, por favor..."








Tengo miedo otra vez...







Dicen que el amor es libre
y yo aquí presa de tus labios.

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