De pequeña solían decirme que las personas solemos tropezar dos veces en la misma piedra, y que las más ingenuas hasta tres. Yo debo ser la persona más ingenua del mundo, por qué no me canso de tropezar una y otra vez en la misma piedra. Esa piedra que tiene tu nombre, tu cara, tus manos,.. Esa piedra que pese a que la deje atrás y corra con todas mis fuerzas aparece al final del camino haciéndome tropezar de nuevo.
Pero llega un momento, que entiendes al fin, que por mucho que saltes la piedra, ella va seguir ahí, en medio de tu camino, haciéndote tropezar las veces que hagan falta, y que si realmente quieres no volver a tropezar, debes quitarla de tu camino para no volver a tropezar jamás.
-LAURA!
O!
ResponderEliminartOdo Lo que dices es verdad